Una disfunción eréctil (DE) se presenta cuando la erección no se mantiene con la rigidez adecuada o no dura lo suficiente para mantener una relación sexual satisfactoria, señala el urólogo Alberto Tejada. Y este mal lo padecen más de un millón 200 mil peruanos mayores de 40 años.
La cifra puede ser mayor pues, a veces, existen casos que se presentan en forma transitoria o se resuelve pasado un estado de estrés o tensión emocional, afirma el especialista.
Sostiene que la DE es básicamente emocional. “Es importante destacar que la DE no elimina el deseo sexual sino impide que la erección de produzca o evita mantener una relación sexual completa”, manifiesta. Es el drama de los hombres de tener deseo sexual y no poder cumplirlo.
“La erección es un condicionamiento psico-neuro-endocrino-cardiovascular; es decir, funcionan varios sistemas y órganos para que se desencadene una vasodilatación en el pene y una erección sostenida. O sea hay varios órganos y sistemas que se activan para que la respuesta sexual pueda ser sostenida”, explica Tejada.
Dice que a medida que los años transcurren el problema de la disfunción eréctil puede volverse más crítico, sobre todo en los hombres mayores de 40 años, asociado a los malos hábitos alimentarios, al uso de psicofármacos, al síndrome metabólico y a enfermedades vasculares, entre otras.
La vida sexual es consecuencia de nuestros estilos de vida, los que influyen en nuestro organismo y autoestima. Tras una persona saludable está la recuperación de una vida sexual plena.
Problema de pareja
El urológo Luis Lavander señala que la DE es en la mayoría de los casos un problema de pareja: “La mejor forma de ayudar es hablar el problema y afrontar entre los dos que existe la necesidad de una solución”.
Explica que se debe compartir con la pareja todas las etapas del tratamiento donde la mujer debe involucrarse por completo. “Está en juego recuperar, no sólo la erección del hombre sino la vida sexual de ambos. Por eso, lo primero que debe hacer es animarle a acudir al médico y, sobre todo, acompañarle”.
A la mujer le permitirá conocer de primera mano toda la información sobre la enfermedad, descubrir cuáles son los tratamientos y la mejor forma de afrontar el problema. En definitiva, es necesario acudir juntos al médico para encontrar el tratamiento adecuado.
La DE ha dejado de ser tabú a raíz del descubrimiento del Viagra que revolucionó este tema y lo puso en el tapete. “Hay un antes y un después del Viagra, ahora todos ya enfrentan el problema y tratan de resolverlo sin complejos”, afirma Lavander.
“Se debe buscar el tratamiento más adecuado a las necesidades de cada pareja”, señala el médico de la Clínica Ricardo Palma, quien recuerda que la DE tiene solución.
La disfunción eréctil puede volverse más crítica sobre todo en los hombres que superan los 40 años. Pero la vida sexual es consecuencia de nuestros estilos de vida: una persona saludable tiene una vida sexual plena.
Cifras & datos
- 30 millones de hombres en 120 países han utilizado Viagra desde 1998.
- 10 años cumple la famosa píldora azul para la disfunción eréctil este año.
- Viagra. Fue descubierta casi por accidente y su aparición ha sido comparada con la píldora anticonceptiva.
- Más de 150 millones de hombres en el mundo padecen de disfunsión eréctil.
Evite la automedicación
Medicamentos para la DE no sólo la consumen los adultos aquejados por este mal sino también jóvenes que inseguros de su performance sexual, se prescriben medicamentos cuando no padecen de DE.
“Uno de los problemas actuales es la alta incidencia de gente sana, sobre todo jóvenes, que lo toman para calmar su inseguridad en su desempeño sexual”, dice Tejada.
Advierte que este consumo puede crear cierto grado de dependencia por un factor psicológico que lo hace creer que necesita de las pastillas para “funcionar” y luego se le puede hacer un hábito perjudicial desde el punto de vista psicológico.
Por su parte, Lavander recuerda tener mucho cuidado con estas pastillas. “Han aparecido muchas copias de las ‘pastillas azules’ que no surten el efecto deseado. Es importante recurrir a un especialista para permitir un diagnóstico certero y comenzar el tratamiento con los medicamentos indicados”, señala.
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