Cajamarca resume en su arquitectura el encuentro de dos culturas: la inca y la española, sus restos arqueológicos nos narran sin embargo, historias más antiguas, historias que se remontan a la cultura Caxamarca (hasta 800 d।C।), a sus acueductos y enigmáticos petroglifos y a otras civilizaciones más viejas aún.
A tan sólo 8 kilómetros de la ciudad, en el distrito de los Baños del Inca, las ventanillas de Otuzco destacan en medio de la naturaleza. Son la necrópolis de una población preinca, anterior a la cultura Caxamarca, de probable influencia Wari. Cientos de galerías y nichos individuales, que asemejan ventanas, fueron horadados en la roca volcánica; alcanzan hasta 8 y 10 m de profundidad, sus entradas son de corte rectangular o cuadrangular de 50 a 60 cm de altura. Originalmente debieron tener lápidas de piedra con figuras simbólicas en relieve a juzgar por algunos fragmentos hallados en las cercanías.
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