La falta de electricidad y una falla en una planta potabilizadora, generó la baja de presión o la falta total de agua en muchas zonas de la capital Argentina.
Ayer hubo no menos de 34 grados y para mañana, aunque se pronostican nublados y algunas lluvias dispersas, la temperatura rondará esa cifra.
El próximo viernes, como resultado de precipitaciones, se espera una mejoría, 27 grados la máxima, pero el sábado volverá a escalar, hasta al menos 29 grados y de ahí en adelante nadie se atreve aún a adelantar augurios.
En materia de marcas, la historia del comportamiento climático en Buenos Aires del Servicio Meteorológico Nacional presenta un dato interesante para el verano, iniciado los 22 del último mes del año.
Llama la atención que en el 1995 la canícula se adelantó un poco y el 18 de diciembre se registraron 40,5 grados, la mayor temperatura para este mes en las estadísticas del país.
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