Los prostíbulos de Sidney aprovechan la visita de millares de fieles católicos y turistas que están participando de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud, presidida por el Papa Benedicto XVI. Según los profesionales del sector, el evento aumentará la demanda de sexo en el país.
Cada vez que Australia ha sido anfitriona de un gran evento, como el Mundial de Rugbi en 2003 y la reunión de la cúpula del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la industria del sexo ha registrado un incremento.
En este momento el sector está centrado en los millares de peregrinos australianos y extranjeros que se encuentran en Sidney durante los seis días de celebración del encuentro católico, entre el 15 y el 20 de julio.
El conocido prostíbulo local, Xclusive, está reclutando personal extra para ofrecer sus servicios. “Con certeza recibiremos muchos turistas, tantos peregrinos, como curiosos”, afirma la funcionaria, Bondi Junction.
“El mejor momento para nuestra industria fue en los años 90 cuando se realizó el Consejo Mundial de Iglesias, en Canberra”, añadió
“Evidentemente no promovemos nuestros servicios dentro de las comunidades católicas locales y es poco probable que recibamos sacerdotes. Pero habrá mucho turistas en la ciudad”, explica.
La dueña de Xclusive, Catherine, está contratando nuevas jóvenes y reclutará a una segunda recepcionista para poder lidiar con el aumento del movimiento.
Este prostíbulo de lujo es prácticamente un spa y prevé un aumento de facturamiento de 150 a 200% durante la Jornada Mundial da Juventud.
Catherine afirma que la cercanía de su burdel a los lugares donde se realizarán los actos más importantes, como la misa final de Papa (que se espera cuente con 500.000 asistentes), atraerá a más clientes.
Emma, una de las empleadas de Xclusive, anticipa que muchos de los jóvenes que se acercarán al lugar son vírgenes.
“Creo que la Jornada Mundial de la Juventud nos dará mucho trabajo. Tendremos muchos clientes queriendo experimentar por primera vez con el sexo y otros serán hombres de negocios”, destaca.
La asociación Eros, que reagrupa la industria australiana para adultos, prevé que los prostíbulos, que en ese país son legales, y los sex shops, registrarán una clientela maciza durante este evento católico.
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