Los especialistas lo ven como una buena noticia, ya que calmaría las aguas en un mercado internacional que tiene exceso de demanda y escasez de oferta।
Argentina está lista para reanudar sus exportaciones de trigo, que habían sido sufrido un parate en marzo para garantizar el abastecimiento del mercado doméstico। Retomar la actividad exportadora de estos granos significaría un alivio para el extremamente tensionado mercado agrícola global.
De todos modos, se espera que Buenos Aires incremente un 10% el arancel a la exportación de granos, que actualmente se encuentra en el considerable nivel del 20%, lo que se considera un intento para aumentar el ingreso para el Gobierno entrante de Cristina Fernández।
Los analistas agrícolas afirman que la tarifa a la exportación minimizará cualquier impacto en el precio por la reapertura del mercado, contribuyendo a mantener elevado el precio internacional del trigo।
Sorin Vaslobal, corredor de granos de Plantureux en París, señaló que “esto apoyará la tendencia alcista del mercado mundial de commodities”।
El precio del trigo en Chicago alcanzó un récord de 9,61 dólares el bushel en octubre, pero desde entonces ha caído hasta los 8,03, sobre todo porque los agricultores de todo el mundo plantaron más trigo para el año entrante। El inventario global de trigo ha caído a su menor nivel desde 1979, de acuerdo al Consejo Internacional de Granos, un organismo intergubernamental.
La siembra del hemisferio norte está en pleno descenso y Australia, uno de los principales proveedores de este grano, redujo drásticamente esta semana su pronóstico de producción hasta los 12।100 millones de toneladas por la dura sequía, muy por debajo de los 20 o 25 millones cosechados bajo condiciones normales.
Argentina es el sexto exportador mundial de trigo, con alrededor de 7 millones de toneladas exportadas por año।
Bajo la ley argentina, los exportadores tiene que pedir permiso para vender granos al exterior aplicando al registro de exportación, pero éste fue clausurado siete meses atrás। Los envíos de maíz también fueron dados de baja en noviembre de 2006, aunque fueron reanudados por tres días en junio de este año con un permiso de ventas de apenas 3 toneladas.
Una fuente gubernamental confirmó que la reapertura vendría acompañada por una suba en las tarifas al trigo y a la soja। “No sé si se dará esta semana, pero tampoco tomará mucho tiempo”, destacó.
El récord en el precio de los commodities ha ayudado a la economía agrícola argentina a alcanzar un superávit comercial de 7।190 millones de dólares este año, pero el gasto pre-electoral de Cristina Fernández, la esposa del actual mandatario, ha nublado los altos ingresos, por lo que el saldo comercial positivo es inferior a los 9.000 millones del período enero-septiembre de 2006.
La Sociedad Rural, el principal grupo agrícola del país, explicó que los aranceles a la exportación crecieron en 4।150 millones de dólares en la temporada 2006-07, un incremento del 71% con respecto a la anterior. Un aumento del 10% en las tarifas a la exportación de soja supondría una suba de 1.000 millones, estimó el grupo agrícola.
Pese a la ausencia de exportaciones físicas, las ventas argentinas de futuros ha estado floreciendo। El país sudamericano ha acordado la venta de más de 3 millones de toneladas de trigo, y estima que exportará 9 millones este año.
Sin embargo, la incertidumbre con respecto al tiempo y el volumen de las ventas externas, podría minar las oportunidades de mercado e incrementar la volatilidad del precio.
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