Antecedentes Históricosa। Producto de La Guerra con Chile (1879 – 1883), los gobiernos de Chile y el Perú suscribieron el tratado de Ancón; por el cual, el Perú perdió la provincia de Tarapacá y las provincias de Tacna y Arica quedaron bajo ocupación militar Chilena por 10 años (1993), al término de los cuales, la posesión de estas se definiría a través de un Plebiscito.
b. Al término de estos diez años (1893) el gobierno chileno no cumplió con este plebiscito y, finalmente, 46 años después (Tratado de 1929), el gobierno peruano oficializó la cesión de Arica a Chile y el retorno de Tacna al Perú.
c. Mediante el Tratado de 1929 se establece la frontera con Chile a través de la línea de la concordia, que nace de un punto geográfico a la orilla del mar denominado “Punto de la Concordia”.

2 Pretensión del Gobierno de Chile
a. Apropiarse de 65 mil kms2 de Mar Peruano y de 36 mil mts2 de territorio Peruano, de acuerdo al siguiente detalle;
38,000 Kms2 al sostener que el límite con el Perú es una línea paralela a la línea ecuatorial que nace desde el punto de la Concordia en su proyección al mar.27,000 Kms2, de nuestro mar que corresponde a los departamentos del Sur (Arequipa, Moquegua y parte de Ica) al sostener de acuerdo a su teoría del Mar Presencial, que dichas zonas corresponden a la Alta Mar (mar de nadie).36,000 mts2, al desconocer el punto de la Concordia y considerar al Hito 1 como el inicio de nuestra frontera marítima (265 m। tierra adentro)
b. Chile persiste en desconocer el Tratado de 1929 y el Acta de Demarcación suscrita en 1930, reemplazando la interpretación del Tratado de 1929, que dice que la frontera Perú – Chile, “partirá de un punto en la costa que se denominará Concordia….”, con un tratado de Pesca suscrito con el Perú, en el que se menciona al Hito 1 como inicio de limites para efectos de pesca, entre ambos países. Pese a que Chile reconoce la diferencia de estos en el mismo tratado de 1929 y en el Acta demarcatoria de 1930. (los Hitos son referencias de la materialización de una frontera pero no es la frontera)
c. Para llevar a cabo esta pretensión, Chile ha puesto en marcha un dispositivo legal que oficializa la demarcación de la XV Región Arica – Parinacota que empieza desde el Hito 1 desconociendo el inicio de la frontera en el punto de la Concordia y de esta manera anexándose 36,000 mts2 de territorio peruano. Si bien esta ley ha sido observada por el Tribunal Constitucional, la resolución de este ratifica la validez de la posición Chilena y su observación es básicamente por formalismos.

Conclusión:
Esta es la realidad de los problemas de la relación bilateral con Chile. Frente a esta situación el Presidente García, ha señalado como prioridad de su gobierno la consolidación de las relaciones comerciales y económicas con Chile desdeñando tratar el tema limítrofe de manera frontal.
Este objetivo, se sobrepone a la defensa de los intereses nacionales, a la defensa de la soberanía territorial y a la defensa de la soberanía marítima।
Cuando el Gobierno de Chile, aprovechándose de esta diplomacia de la debilidad y la concesión unilateral, envía al Congreso la Ley sobre los Límites de Arica y Parinacota busca consolidar su pretensión sobre el límite marítimo, poniendo en la Ley, que la frontera terrestre empezaba en el hito No।1 y no en la orilla del mar.
Esta situación escandalosa fuerza al gobierno peruano a reclamar। Pero no reclama con entereza. No reclama con determinación. Por el contrario, propicia una solución pactada. En asuntos de límites toda solución pactada a espaldas de la Nación tiende siempre a ser perjudicial.
Es por este pacto, que la mentada “solución” no es tal। El Tribunal Constitucional de Chile eliminó el artículo que hace referencia al Hito No.1 como punto de inicio del límite terrestre en la norma que formaba la región Arica y Parinacota, pero señala de manera astuta que ese límite ya ha sido definido en la Ley 19080 sobre Pesca Chilena. Pero, ¿qué dice esta ultima norma? Dice que la frontera empieza en el Hito No.1.
El Gobierno en lugar de protestar formalmente por este hecho, agradeció a través del propio García Pérez y su Canciller, al gobierno de Chile por la supuesta solución al problema। Un caso de sujeción como este no tiene precedentes en la historia de la República en el Perú.
Cabe preguntarse, ¿por qué se viene actuando de esta manera? ¿por qué esa subordinación? ¿Por qué no se ha informado a la opinión pública sobre la evolución de los hechos y tenemos que enterarnos de lo que hace nuestro gobierno y nuestra Cancillería a través de diarios Chilenos?
Pero, sobre todo, Por qué el Sr। García, no eleva el tema hacia los Tribunales de Justicia de la Haya pese a que ya las negociaciones bilaterales se han agotado।
No hay más espacio para las negociaciones diplomáticas entre Perú y Chile desde que la canciller Soledad Alvear contestó por escrito que para su gobierno ya estaban agotadas en 1994. Y hace unos días el Vicecanciller y el portavoz del Palacio de Gobierno Chileno han reiterado que no hay posibilidad de negociación alguna.
La respuesta al por qué el gobierno peruano no va a la Haya a pesar de haberse agotado la negociación bilateral, también nos viene de Chile.
Los presidentes de las Comisiones de Relaciones exteriores de la Cámara de Diputados y del Senado, Roberto Muñoz Barra y Jorge Taraud, respectivamente, respondiendo a declaraciones del Presidente García, han afirmado de manera enfática que durante su visita a Chile, García les habría dicho que el tema de la delimitación marítima no era prioridad en su gobierno y se comprometió a que durante su mandato el Perú no llevaría el caso a la Corte Internacional de Justicia de la Haya।
Estamos pues frente a un hecho que de corroborarse no sólo sería una afrenta a la dignidad de nuestra historia, sino una grave infracción constitucional, que obliga al jefe de Estado a defender la soberanía nacional y a preservar el territorio patrio। La primera función del Presidente es defender la integridad territorial del Estado incluido el dominio marítimo y preservar la soberanía nacional. La imagen oprobiosa del Presidente Mariano Ignacio Prado en 1879, no debe repetirse.
Es indispensable como primer paso para recurrir a la Haya, que de forma paralela a la investigación, el gobierno cumpla con la Ley de líneas de base procediendo a elaborar la cartografía del dominio marítimo peruano y comunicarlo a Naciones Unidas para legalizar internacionalmente nuestros límites.