La compañía británica se convirtió en la primera aerolínea en operar una aeronave utilizando combustible biológico en un vuelo entre Londres, desde el aeropuerto de Heathrow, y Ámsterdam.
En un proyecto en colaboración con dos fabricantes, Boeing, de aviones, y General Electric, de motores para aviones, la compañía aérea de Richard Branson debe probar la eficacia en vuelo de un biocarburante compuesto en un 20% de una mezcla de aceite de coco y de babassu, obtenido de la nuez de las palmeras babassu Attalea speciosa; según fuentes extraoficiales dado que el presidente y propietario del grupo no ha querido revelar los componentes de la fórmula utilizada.
Este aceite es líquido a temperaturas tropicales, pero pastoso en climas templados.
El Boeing 747 de Virgin Atlantic, pilotado por Geoff Andreasen y sin pasajeros a bordo, ha volado con cuatro motores, uno con combustible biológico y los otros tres con convencional, para garantizar el buen funcionamiento del aparato si el biocombustible presenta algún problema.
Una de las desventajas que se le atribuyen a este tipo de carburantes, según pruebas realizadas anteriormente por la industria es la posibilidad de congelarse a más de 15.000 metros de altura.
El vuelo de prueba efectuado por Virgin es el primero en su tipo, ya que, el pasado 1 de febrero el fabricante aeronáutico realizó un primer experimento con su prototipo A380, entre Filton (Inglaterra) y Tolouse (Francia), pero empleando biocombustible de origen sintético y no natural, como en este caso.
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