La propuesta del seminario estuvo a cargo de la FAO que lo auspicia. Al menos 527 insectos son considerados comestibles en más de 36 países.
Con más de 1.400 especies que los seres humanos consumen en el planeta, el mundo de los insectos ofrece grandes posibilidades a nivel nutricional y comercial, por lo que la FAO auspicia esta semana un seminario para debatir el potencial de desarrollo de este sector en la región Asia-Pacífico.
El consumo humano de insectos es una realidad muy común hoy en día en muchas partes del mundo. Al menos 527 insectos diferentes son consumidos en 36 países de África; al igual que en 29 países de Asia y 23 en América, explicó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Organizado por este organismo y la Universidad de Chiang Mai en Tailandia, los especialistas que asisten al curso de tres días se centrarán en los insectos forestales comestibles y su gestión, recolección, cosecha, tratamiento, comercialización y consumo.
La reunión espera aumentar la concienciación sobre el potencial de los insectos forestales comestibles como recurso alimentario, documentar la contribución de estos insectos a los medios de vida rurales y evaluar los vínculos con la gestión y conservación sostenible de los bosques.
De los centenares de especies de insectos utilizados como alimento humano, los más comunes pertenecen a cuatro grupos principales: escarabajos; hormigas, abejas y avispas; saltamontes y grillos; y polillas y mariposas. Como fuente alimentaria, los insectos son altamente nutritivos: algunos tienen tantas proteínas como la carne y el pescado.
En algunas zonas, los insectos se consumen de forma ocasional como “alimento de emergencia” para evitar la inanición. Pero en la mayoría de las regiones en las que los insectos se utilizan con fines alimentarios, forman parte habitualmente de la dieta y son considerados un manjar.
En Tailandia, donde se celebra el seminario esta semana, se consumen casi 200 tipos diferentes de especies.
Además de su valor nutricional, muchos expertos ven en los insectos comestibles un gran potencial para suministrar ingresos y empleos a la población rural que captura, cría, trata, transporta y comercializa los insectos.
Este potencial puede aumentarse mediante la promoción y la adopción de los estándares de la moderna tecnología alimentaria para los insectos comestibles que se venden vivos, desecados, ahumados, asados o en cualquier otra forma. Sin embargo, se tiene que tener cuidado para asegurar que los insectos sean higiénicamente inocuos para el consumo humano y no contengan cantidades excesivas de residuos químicos, como insecticidas.
0 comentarios:
Publicar un comentario