El animal estaba extinto desde el año 1936. La universidad de Melbourne reavivó sus genes en un ratón.
Científicos australianos y norteamericanos han logrado un avance pionero en el mundo, al dar vida a un gen de un tigre de Tasmania, especie extinguida desde 1936, implantado en un ratón.
Los investigadores han aislado un gen de un espécimen conservado desde hace un siglo de este marsupial australiano, que se parece a un perro y que recibe el nombre científico de tilacino. Una vez aislado, los científicos han introducido el gen en el embrión de un ratón.
"Es la primera vez que el ADN de une especie extinta es utilizada para provocar una reacción funcional en otro organismo vivo", ha asegurado Andrew Pask, de la universidad de Melbourne, que ha dirigido los trabajos.
El último tigre de Tasmania murió el 7 de septiembre de 1936 en el zoo de Hobart, capital de la isla australiana de Tasmania, por una negligencia de sus cuidadores, que lo dejaron a la intemperie en una época de cambios meteorológicos extremo. La especie había sido víctima de una persecución y una caza encarnizadas desde principios del siglo pasado.
Los autores del estudio, publicado ayer en la revista Plos One, extrajeron ADN de un ejemplar de tilacino conservado en etanol en el Museo Victoria de Melbourne y lo introdujeron en un embrión de ratón.
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