Un grupo de muchachos adolescentes de la comunidad de Junquillal, logró registrar el nacimiento de 886 tortugas baula, cuando aún falta un nido por eclosionar.
Los Baula Boys son seis jóvenes de la comunidad de Guanacaste, Costa Rica, miembros del Programa de Conservación de Baulas del Pacífico, de WWF, la organización mundial de conservación, que dedican la noche a patrullar los casi seis kms. de la playa de Junquillal, en busca de tortugas marinas que han salido a desovar. Cuando las encuentran, registran la hora en que salieron del mar, las condiciones ambientales y de la marea y el lugar en que salieron, entre otros detalles.
Desde la salida de las hembras a la playa, los Baula Boys están atentos a velar porque nadie las incomode mientras hacen sus nidos y depositan los huevos. Una vez que la tortuga regresa al mar, ellos extraen cuidadosamente los huevos del nido y los trasladan hasta un vivero, donde estarán a salvo de depredadores y del saqueo de los humanos.
Cuando localizan una tortuga en la arena, miden su caparazón y con un escaner buscan en su hombro si tienen un microchip que registra un número de identificación. Esto les ayuda a saber si la tortuga ya ha estado en esa playa anteriormente, si es la primera o segunda vez que sale a desovar y otra información relevante. Esta información se comparte con investigadores de otras latitudes, lo que permite conocer los hábitos migratorios y de anidación de cada hembra.
El proyecto comunitario Conservación de Baulas del Pacífico (CBP), de WWF, ha sido muy exitoso en el trabajo con la comunidad de Junquillal, que a pesar de no ser designada como área protegida por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), logra altos índices de nacimientos de tortuguitas, gracias a las labores de educación ambiental, limpieza y patrullaje de playas, protección de nidos, construcción de un vivero o tortugario donde se trasladan los huevos y se cuidan hasta su eclosión. Con la Asociación de Desarrollo se proyecta sembrar árboles que den sombra, para bajar la temperatura de la arena y mitigar los efectos del cambio climático que afecta a los huevos.
Según Gabriel Francia, coordinador del proyecto de WWF, “en esta última temporada, Junquillal ha sido probablemente la más importante playa de anidación secundaria de baulas en Centroamérica, debido no solo a la cantidad de nidos detectados sino al éxito en el número de nacimientos de tortuguitas”. Durante los patrullajes, se ubicaron 24 nidos, a los cuales se les dio protección. Solo reportaron un nido saqueado y tuvieron un porcentaje histórico de eclosión de huevos (62%).
1 comentarios:
Como me gustan las tortuguitas !!
Me parece uno de los animalitos mas tiernos que existen..
Saludos,
Katia
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