La mayoría de los españoles (el 87,6 por ciento) están dispuestos a modificar sus hábitos de consumo y su estilo de vida para adaptarse al cambio climático.
Repetir El 4,9 por ciento de los españoles no se plantea sin embargo cambiar esos hábitos para adaptarse al calentamiento global, pero sólo el 2,7 por ciento asevera con rotundidad que no está dispuesto a modificar su estilo de vida a causa de ese fenómeno।
Son algunos de los datos que pone de manifiesto el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que incluye numerosas preguntas que revelan la opinión de los españoles ante materias como el medio ambiente o las diferentes fuentes energéticas.
El muestreo, realizado a partir de 2.462 entrevistas en 237 municipios, refleja la opinión generalizada entre los españoles de que lo que uno hace no tiene ningún impacto si el resto de los ciudadanos no hacen lo mismo, y sobre todo si las empresas y las industrias más contaminantes no hacen más esfuerzos para proteger el medio ambiente.
El estudio sociológico refleja la opinión generalizada de que el medio ambiente está en peligro, aunque el 31 por ciento de los encuestados reconocen que tienen cosas más importantes en qué pensar.
De hecho, al ser preguntados por los principales problemas del país, aparecen en los primeros puestos el paro, las drogas, la inseguridad ciudadana, el terrorismo o las infraestructuras, y "los problemas medioambientales" aparecen en el puesto 23 de esa lista.
El 75,2 por ciento de las personas consultadas asegura que ha seguido con mucho o bastante interés los problemas del medio ambiente.
Respecto a sus hábitos cotidianos, el 42,1 por ciento asegura que usa habitualmente bombillas de bajo consumo, el 57,8 por ciento que separa las basuras, el 18,2 que usa agua fría y no caliente para lavar, fregar o ducharse, el 48,3 recicla el papel usado, y el 30,7 por ciento utiliza las escaleras en lugar del ascensor.
El 64,1 por ciento dice también que apaga los electrodomésticos -usando el interruptor- cuando no los usa, el 36,6 compra electrodomésticos de bajo consumo, el 51,2 por ciento llena la lavadora, y el 26,4 por ciento usa el transporte público para desplazarse por su localidad.
La práctica totalidad de los encuestados (el 97,8 por ciento) no tienen paneles de energía solar en sus viviendas, aunque la mayoría (el 63,7 por ciento) considera que este tipo de instalaciones son rentables a largo plazo.
El barómetro del CIS revela que casi el 80 por ciento de los españoles considera que la escasez de energía puede ser uno de los problemas más importantes en el futuro y el 55,8 opina que el sector industrial es el primero que debería adoptar medidas de ahorro.
Entre las fuentes energéticas que según los encuestados se deberían reducir destacan la nuclear (el 40,3 por ciento aboga por utilizarla menos), el petróleo (el 26,7) y el carbón (el 17,5).
Al señalar las causas por las que a su juicio deberían reducirse esas fuentes energéticas los ciudadanos señalan que contaminan el aire o el agua, que no son seguras o que producen residuos.
La mayoría de los encuestados (el 63,6 por ciento) considera que la calidad de vida mejoraría en España si se gastara menos electricidad, gas o gasolina.
Casi todos los encuestados (el 95 por ciento) han oído hablar del calentamiento del planeta y del cambio climático, y el 47,6 por ciento de ellos expresan con rotundidad su disposición a cambiar los hábitos de consumo y el estilo de vida para adaptarse a ese proceso y el 40 por ciento manifiestan que "probablemente" lo harán.
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